En el año 2016 solicité una excedencia de un año en mi trabajo y me fui a Londres con el Cuerpo Europeo de Solidaridad (de la Unión Europea) para desarrollar un proyecto de integración de personas inmigrantes y refugiadas en Reino Unido. Esta experiencia transformó mi visión de las relaciones humanas, al trabajar con personas de todo el mundo, con culturas, religiones, raíces y aspiraciones muy diferentes; fui más consciente de la enorme riqueza que existe en la diversidad humana si sabemos comunicarnos de forma positiva. Ahí decidí crear un programa de mediación escolar para favorecer el aprendizaje de habilidades sociales y su aplicación práctica en las situaciones conflictivas habituales de los centros escolares.
Cuando volví a España y me reincorporé a mi trabajo en la universidad, estudié el máster habilitante de Mediación Civil y Mercantil de la Universidad de La Rioja (2020) y el Experto universitario en Derecho de Extranjería y Asilo de la Universidad de Zaragoza (2022), para poder desarrollar programas que faciliten la educación para la paz y la concordia; y para ayudar a resolver los conflictos ya creados y que también son naturales en una sociedad plural; así he desarrollado el “Programa de Mediación Escolar y formación en habilidades para la negociación y resolución de conflictos” que ofrezco a centros educativos como complemento a sus planes de convivencia, porque estoy convencida de que la escuela es un lugar de aprendizaje de asignaturas, pero sobre todo de valores y convivencia; y es necesario que desde la infancia se aprenda a gestionar los conflictos de forma positiva.